domingo, marzo 24, 2013

DOMINGO DE RAMOS III

Lc 19, 28-40 

Tú que existes desde siempre, antes que nosotros y el mundo, te has convertido para nosotros en refugio en el cual nos hemos vuelto hacia ti.  (San Agustín. Enar. Salmo 89,3).
 

Tener conciencia de Cristo, es colocar a Jesucristo en el centro de nuestra fe, es llevar la presencia viva de la revelación de Dios en la caminada de la comunidad. Comunidad evangelizada y evangelizadora al lado de los pobres y necesitados, una comunidad peregrina que en su caminada ha ido perdiendo los pasos de su divino fundador. 

Hoy debemos ser conscientes que no solo es necesario dar a conocer a Jesús,  sino hay que predicar a Jesús,  pero desde el evangelio, y no puede ser una predicación más de palabras bonitas, hay que hacer eco de las palabras de aquellos que escucharon hablar de Jesús y le preguntaron a Pedro: ¿Qué tenemos que hacer, hermano? (Cfr. Hec 2,37) o los que escucharon a Juan el Bautista: ¿Qué debemos hacer? (Cfr. Lc 3,10) Este debe ser el resultado de nuestra predicación, en vez de levantar los ramos levantemos el corazón, porque si no trasformamos corazones no predicamos a Cristo. Por esta razón, al salir hoy de esta celebración, proclamemos a Cristo, peregrinemos con Cristo. 

Jesús sube a Jerusalén a enfrentarse a su destino final la cruz y Lucas lo enfatiza, la cruz como camino: Y estamos subiendo a Jerusalén (Cfr. Mc 10,33; Mt 20,18; Lc 18,31;[Is 2,3]) en esta subida está la puesta en marcha al encuentro con su muerte y con su glorificación:   

Esta glorificación,  los sinópticos la asocian a la reivindicación del pueblo pobre oprimido por el orden injusto establecido desde el Templo. Juan lo presenta como la entrada del Hijo glorificado, que purifica el Templo para que recobre su sentido cultual en Espíritu y Vida. Jesús entra montado en un burrito, no como Rey sino como Hijo del Padre, en la sencillez de corazones libres, entra entre ramos y capas que fueron colocados en el camino y la gente lo aclamaba dándole gracias a Dios por los milagros que había hecho. ¿Pero en realidad qué es lo que los evangelios sinópticos nos quieren dar a entender? Según la tradición bíblica del Nuevo Testamento el título de rey en Jesús es porque ha sido ungido por el Padre en la Cruz. La Unción de Jesús en la Cruz,  se da, no como la de alguien que gobierna, sino como aquel que se coloca en las manos del Señor para hacer su voluntad, es el siervo  sufriente que libera a su pueblo: Ahora llega para mi servidor la hora del éxito; será exaltado, y puesto en lo más alto. Así como muchos quedaron espantados al verlo, 14 pues estaba tan desfigurado, 14 que ya no parecía un ser humano. Así también todas las naciones se asombrarán. Y los reyes quedarán sin palabras al ver lo sucedido.  lo que no se les había contado Miq 7,16Rom 15,2115 Y descubrirán cosas que nunca se habían oído” (Is 52, 13-15)[1].

La comunidad es consciente de esto y lo comunica como alternativa de salvación.

¿Qué camino recorrer para poder asumir hoy en la Iglesia el  evangelio? El evangelio sin compromiso es acontecimiento espiritualista, perdiéndose el camino Kerygmático de la comunidad de creyente que sube con Él a Jerusalén y es testigo de su muerte y resurrección. La proclamación de Jesús como rey es la proclamación de su muerte y resurrección.
 
El texto de la pasión de Lucas, revive el sentido de la cruz como camino hacia el Padre (Lc 19, 28-40)  Allí, Jesús asume su condición de siervo, condición de Hijo de Dios que ha sido glorificado. Este acontecimiento pascual es como un salmo de glorificación. El  relato de la pasión es la tradición más antigua que dio pasó a la unidad literaria que tenemos en los evangelios. EL relato de la pasión es el centro de la predicación apostólica, de la catequesis en las celebraciones litúrgicas de las primitivas comunidades cristianas, que hacían en memoria de Jesús en la Fracción del Pan. Esto es lo que la comunidad vive cuando hace memoria del acontecimiento pascual:
Se deduce que así como en la pascua judía se hacía memoria de las proezas del Señor en favor del pueblo de la Antigua Alianza: el éxodo, la alianza (Ex 20-23,19) su origen (Dt 26,5-9) lo cual era volver a recorrer el camino a la libertad, esta conmemoración impresa en la mente, en el corazón y en todo el ser de la familia, es la acción de gracias, es el cántico de  conmemoración recitado en el Gran Hallel (Sal 111-118) Las  primitivas comunidades cristianas imprimían este carácter de conmemoración en la pascua- fracción del pan- cena del  Señor- Pero proclamando el camino recorrido por Jesús hacia la cruz- acontecimiento Pascual de su Muerte y Resurrección (Mc 14-15; Mt 26-27; Lc 22-23; Jn 18-19) La pasión es el hilo conductor de la Pascua, la verdadera pascua se da con la muerte del verdadero Cordero (Is 53,7) Este es el camino recorrido por el Siervo de Dios, su  misión llega a su plenitud en la glorificación de la cruz (Mc 1,14; 3,6; 8,31; 9,31; 10,33; 11-13) La Pascua es la conmemoración de la liberación de los cristianos acontecida en la cruz. La pascua es la fiesta de liberación que  tiene  sentido en la Pedagogía de la cruz[2].

 
A modo de conclusión

Es conveniente preguntarnos:

·         ¿En este tiempo de cuaresma se ha logrado empezar a trasformar nuestra vida?
·         ¿Tiene sentido lo que hemos vivido en cuaresma?
·         ¿Por qué es otra semana santa más y otra cuaresma más?
·         ¿En verdad nos hemos convertido para vivir en la pascua del Señor? 
·         ¿Nuestros ayunos y abstinencias se han dado para ayudar a los que carecen de alimento y sufren necesidades?  
·         ¿Estamos al lado de los que viven sin sentido su vida?
 

Ahuyenta mi locura, Señor, para que pueda conocerte. Muéstrame el camino que debo hacer para poder verte. Así ayudado, espero hacer lo que me has mandado.(San Agustín. Soliloquios,1,1).


[1] CASALINS G. Otro Texto par ano leer: Domingo de ramos I  Bogotá,  Abril 2011.
[2] CASALINS. G. Otro texto para no leer: Domingo de Ramos II. Medellín Abril 1.2012.

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