jueves, julio 19, 2012

“Y SINTIÓ COMPASIÓN DE ELLOS”



Mc 6,30-34 

“Cuando me haya unido a Ti con todo mi ser, se acabaran para mí los dolores y los trabajos. Mi vida, toda llena de Ti, será algo vivo. Pero en mi situación actual, puesto que tu eres la fuerza transformadora de aquellos a quienes llenas, al no estar yo lleno de ti por el momento soy un peso para mí mismo” (San Agustín. Conf. L. X, 28,39)


Los discípulos seguidores de Jesús, son enviados con una misión específica: “Se le da poder para la expulsión de los espíritus inmundos (Mc 6,7; Cfr. Mc 3,15) ellos son enviados a llevar la Paz, porque el reino de Dios es paz, recrea la pedagogía de la tierra nueva y de los cielos nuevos (2P 3,13; Ap 21,1; Is 65,17) desterrando el sufrimiento que oprime a los que han alejado de Dios o a los que se han alejado. El reino se anuncia e irrumpe rompiendo las barreras del mal, por eso si los discípulos no son recibidos deben salir e ir a otro lugar, el sacudir el polvo de los pies es símbolo de rechazo (Mc 6,11; Cfr. Mt 10,14; Hec 13,51), de esta manera, les manifiesta que así como Él aceptó el rechazo, deja atrás a los que lo han rechazado y continua su misión en otro lugar (Mc 6,6b)”[1].
Los discípulos cumplen con el envío y regresan para ESTAR CON JESÚS, de quien brota el misión del seguidor (Mc 3,34-35) Ellos se reúnen con Jesús, para contarle todo lo que habían hecho y enseñado (Marcos coloca el verbo enseñar de los discípulos en un segundo plano, porque la enseñanza es exclusivamente de  Jesús)  A los que regresan Marcos los llama apóstoles (Mc 6,30); es la primera vez que aparece este título en el evangelio[2]. En la redacción Marcana se utiliza preferentemente la designación del grupo como los discípulos, refiriéndose  a los seguidores del Maestro. El envío de los discípulos no se queda en solo palabras, sino que se concretiza en las acciones realizadas por ellos, con la autoridad de Jesús (Mc 6,7) y en la que Jesús mismo va a realizar en el milagro de la solidaridad- Pan compartido - (Mc 6,35-44).

Jesús al ver la multitud siente compasión[3] de ellos, porque parecen “como ovejas sin pastor”; por esta razón, no solo es necesario las palabras, sino también la acción, y esto no queda en simple sentimiento, ni en simples palabras, como hacían las autoridades religiosas judías (Nm 27,15-17; 1R 22,17), quienes habían escondido el amor de Dios misericordioso, abandonando al pueblo, apropiándose de su espiritualidad y de su conciencia (Ez 34,1-10) y no habían sido coherentes con el quehacer de Dios en la historia de la humanidad (Is 56,9-12; Jr 50,6).

Por esta razón, en Marcos, Jesús asume en nombre del Padre la misión de orientar al pueblo, de guiarlo, de acogerlo como pastor (Ez 34,11-31) Jesús mira a este pueblo con ternura, siente compasión de la gente (Lc 1,54; 6,36; 7,13; 10, 25-37; 15,20; 17,13; 18,38; Cfr. Gn 43,30; 1R 3,26; Jr 1,5; 20,17; Job 3,11; Sal 78); no los despide vacíos, sino que los “hace recostar en verdes praderas” (Sal 23) los alimenta con “flor de trigo y los sacia con miel silvestre” (Sal 80,17) con su mirada y  enseñanzas los lleva a la solidaridad del Pan Compartido: “A Jesús nunca le estorba la gente. Fija la mirada en la multitud…Nunca los abandonará. Los ve como ´Ovejas sin Pastor´, gente sin guías para descubrir el camino, sin profetas para escuchar la voz de Dios. Por eso ´Se puso a enseñarles con calma´ dedicándoles tiempo y atención para alimentarlos con su palabra curadora”[4].
A modo de conclusión
1.      Este relato es preparación de la pedagogía del Pan compartido  (Mc 6,35-44).
2.      El descanso pedido por Jesús, es colocar en él la confianza (Mt 11,28-30).
3.      Estar con Jesús, es dejarse hablar al corazón (Os 2,16).
4.      La multitud le escucha y le sigue porque él es el nuevo y verdadero pastor (Jn 10) que siente compasión de su pueblo. “Que tu amor sea mi consuelo según prometiste a tu siervo. Que me alcance tu compasión, y viviré, porque  tu ley es mi delicia” (Sal 119,77). 


“El que enseña debe evitar toda palabra que no enseña” (San Agustín. In ps 36,1,1).

[1] CASALINS, G. OTRO TEXTO PAR ANO LEER. REFLEXIÓN Mc 6,7-13. Medellín. Jul 15 de 2012. 
[2] La designación de  apóstol que aparece en Mc 3,14, es un añadido posterior de la redacción inicial del evangelio.
[3] El término "misericordia" se utiliza para traducir varios vocablos, tanto hebreos como griegos, cada uno de los cuales tiene un significado propio con diversos matices.  El primero de los términos hebreos con que el AT indica la misericordia es rehamîm, que designa propiamente las "vísceras" (en singular, el seno materno); pero que en sentido metafórico se expresa para señalar aquel sentimiento íntimo, profundo y amoroso que liga a dos personas por lazos de sangre o de corazón, como a la madre o al padre con su propio hijo (Sal 103,13; Jer 31,20) o a un hermano con otro (Gén 43,30)… El sentimiento que de allí brota es espontáneo y está abierto a toda forma de cariño. Cuando lo requieren las circunstancias, se traduce espontáneamente en actos de compasión o de perdón (Sal 106,43; Dan 9,9). El segundo término es hesed (con todos sus derivados), que a menudo va unido al anterior en forma de sinónimo o de precisión explicativa (Sal 25,6; 40,12; 103,4; Is 53,7; Jer 16,5; Os 2,21), aunque se distingue de él porque no nace de un sentimiento espontáneo, sino más bien de una deliberación consciente, como consecuencia de una relación de derechos y deberes. El significado fundamental es el de bondad; pero de ordinario se manifiesta en forma de piedad, de compasión o de perdón, teniendo siempre como fundamento la fidelidad a un compromiso que se siente como tal… A los dos vocablos señalados hay que añadir tres verbos con sus respectivos derivados, usados al lado o en paralelo con rehamfm. Son hanan, mostrar gracia, ser clemente (Éx 33,19; Is 27,11; 30,18; Sal 102,18); hamal, compadecer, sentir compasión, y por tanto perdonar (Jer 13,14; 21,7); hus, conmoverse, sentir piedad, sentir lástima (Is 13,18). El término griego utilizado con mayor frecuencia en los dos Testamentos es éleos (con sus respectivos derivados), que de ordinario traduce a hesed, pero a diferencia del mismo no se sitúa en la esfera jurídica, sino en la psicológica, partiendo de una profunda conmoción de ánimo, que se traduce en gestos de piedad y de compasión, de bondad y de misericordia. En la práctica desemboca muchas veces en "limosna" (elemósyna, término derivado directamente de éleos) o beneficencia para con los pobres y los necesitados, tantas veces recomendada en la Biblia (Tob 4,7.16; Eclo 29,8; Mt 6,2-4; Lc 11,41; 12,33; He 3,2-3.10; 9,36; 10,2.4.31; 24,17). También, con un uso muy reducido aparece el vocablo  oiktirmós, que subraya el aspecto exterior del sentimiento de compasión, en cuanto que se traduce en conmiseración y condolencia, y luego en piedad y misericordia. De ordinario traduce el hebreo rehamim, aunque también otros vocablos que significan mostrar gracia y favor. Finalmente, aunque de uso todavía más reducido está  splánjna, que literalmente equivale a rehamim ("vísceras"), aun cuando sólo en una ocasión traduce este vocablo (Prov 12,10). Expresa condescendencia, amor, cariño, simpatía y benignidad, pero también misericordia y compasión. http://www.mercaba.org/DicTB/M/misericordia.htm).
[4]PAGOLA, José Antonio. El camino abierto por Jesús. Marcos. Bogotá 2012. Ed. PPC. P. 127.

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