domingo, octubre 02, 2011

"POR ESO LES DIGO QUE A USTEDES SE LES QUITARÁ EL REINO DE DIO Y SE LE DARÁ A UN UEBLO QUE PRODUZCA SUS FRUTOS"

Mt 21,33-45

“Nadie entre en discusiones; la voluntad de Dios pide la fe, no preguntas” (San Agustín. Serm. 318,1)

El pueblo de Israel fue escogido por Dios como su pueblo, según la tradición bíblica (Cfr. Lv 26,12; Ez 36,28; 37,27; Zac 8,8; 13,9; Jr 31,31-34) Este pueblo es simbolizado con  una viña (Is 5,1-7) Isaías lo representa por medio de una parábola en forma de cantico, que probablemente se cantaban en las fiestas de las enramadas (Dt 16,13-15); pero a la vez es un reproche contra el pueblo mismo, a causa de su infidelidad (Is 5,7)  El viñedo y la viña son imágenes frecuentes, que simbolizan al pueblo de Israel (Cfr. Sal 80,8-12[9-13]; Is 5,1-7; 27,2-4; Jr 2,21; 12,10-11; 2R 9,17-24; Ct 4,4).
Mateo utiliza esta parábola de Isaías para recrear la controversia de las autoridades religiosas judías con Jesús enfatizando que ellos los elegidos de Dios han despreciado a los profetas y las enseñanzas de Juan sobre la conversión y al Hijo de Dios lo mataron y por esta razón, la viña será destinada a otro pueblo que dé sus frutos y que pueda ser testigo del reinado de Dios.
 Esta parábola la podemos ilustrar de la siguiente manera:

El cuidado de la viña correspondía al pueblo de Israel y directamente a las autoridades religiosas judías, la viña era tierra a su cuidado. He ahí el centro del conflicto las autoridades religiosas judías no asumieron el compromiso de cuidar la viña (Cfr. Is  5,7; Pro 8,20; 12,28; Mt 21,32; Lc 37-50; 19,1-10) Ellos despreciaron la justicia de Dios: “Pero ahora, independientemente de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios de la que hablaron los profetas y la ley. Se trata de la justicia que Dios, mediante la fe en Jesucristo, otorga a todos los que creen” (Rom. 3,21-22). 
Al no creer en Jesús y en la justicia de Dios, las autoridades judías buscan la manera de ajusticiar a Jesús (Mt 21,45) y desde esta perspectiva es que  en la parábola Jesús hace referencia a su propia muerte y a su resurrección, haciéndole frente al desprecio que hicieron de Él ellos, Jesús hace mención de esto por medio del  Salmo 118,22-23:

“¿No han leído nunca en la Escritura:

La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular;

Es el Señor quien lo ha hecho y nos parece un milagro?”


Este salmo se cita como alusión a Jesús mismo, que fue despreciado por los dirigentes religiosos de Israel, pero que llegó a ser la principal manifestación de Dios entre su pueblo (Cfr. Is 28,16; Hec 2, 33; 4,11; Ro 9,31-33; Ef. 2,20; 1P 2,4-8)[1].

En la reflexión de la parábola se dan cuatro consecuencias:  

1.      Controversia con las autoridades religiosas judías: Ancianos-Sacerdotes, Maestros de la ley, Fariseos (Cfr. Sal 119,22-23) es la muerte a las afueras de Jerusalén (cfr. Heb  13,11-13; Nm 5,1-4; Lv 16,27)  porque no es conveniente que un profeta muera fuera de Jerusalén (Cfr. Lc 13,33)

2.      Un lamento por Jerusalén: “¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los enviados, cuántas veces quise reunir a tus hijos como la gallina reúne a los pollitos bajo sus alas; y tú no quisiste!” (Lc 13,34; Cfr. Mt 23,37-39; Sal 36,8; 63,8).

3.      El reino de Dios se le dará a otro pueblo que dé sus frutos a tiempo: “por eso les digo que a ustedes se les quitará el reino, y se le dará a un pueblo que produzca la debida cosecha” (Mt 21,43).

4.      En la perspectiva de Mateo este nuevo pueblo es la Iglesia que nace del anuncio Kerygmático - Pascual: la fe en Jesús muerto y Resucitado que es alimentada desde la vivencia de la espiritualidad cristiana (Cfr. 1P 3,8-12.21; 1P 4,8-11; Rm 6; 12,16-17; Fil 2,2-4; 1Tes 5,15; Lc 6,27-28; Sal 34,12-16[13-17]).

Desde este horizonte el nuevo pueblo de Dios debe ser símbolo de la verdadera viña, que es la expresión de la unión fecunda de Cristo y de la Iglesia, así como su gozo que permanece perfecto y eterno.

“El viñedo del Señor, su sembrado preferido, es el país de Israel, el pueblo de Judá. El Señor esperaba de ellos respeto a  su ley, y solo encuentra asesinatos; esperaba justicia, y solo escucha gritos de dolor” (Is 5,7; Cfr. Lc 13,6-9).


[1] SBU. La biblia de estudio- Dios habla hoy. Comentario a Mc 12,10

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