jueves, octubre 06, 2011

“AMIGO, ¿CÓMO HAS ENTRADO AQUÍ SIN VESTIRTE DE FIESTA?»


 Mateo 22,1-14 

“El que oye la palabra de Dios y luego la olvida, es como quien se traga lo que acaba de oír. No se da cuenta de su sentido, porque la sepulta en el olvido. En cambio, el que oye la palabra de Dios y luego la medita, es como quien rumia y digiere lo que comió, como el que endulza el paladar del corazón en el sabor de la doctrina de Dios” (San Agustín. Serm. 149,3ss) 

Esta parábola forma parte del compendio de parábolas sobre el reino de Dios. Al igual que las dos anteriores: la de los dos hijos (Mt 21,28-32)  la de los viñadores homicidas, estas tres parábolas plantean también  el rechazo de las autoridades religiosas de Israel a la oferta de salvación, colocando en evidencia la incredulidad de las autoridades religiosas judías en la justicia de Dios y en las palabras del Hijo de Dios.

Esta es la tercera parábola de Jesús pronunciada frente a las autoridades religiosas judías. En  las que cuestiona la actitud de ellos frente a la relación con Dios:

1.      La de los dos hijos (Mt 21,28)
2.      La de los viñadores malvados (Mt 21,33-46)
3.      La del banquete del rey (Mt 22,1-14)
La parábola del banquete del rey, se sitúa en grupo de las once parábolas referidas al reinado de Dios que comienzan con una frase técnica: “El reino de  Dios se parece a”
Pero esta se caracteriza porque está situada en la controversia de Jesús frente a las autoridades religiosas judías y presenta dos situaciones concretas: 1) El rechazo  de los invitados al banquete; 2)  Y el hombre que entró sin vestirse de fiesta:

1.      El rechazo de los invitados: Se plantea la misma propuesta de las dos parábolas anteriores: La de los dos hijos (Mt 21,28) La de los viñadores malvados (Mt 21,33-46): “El rechazo de las autoridades religiosas judías a la oferta de la salvación”.  La participación en el reino de Dios, es una invitación para todos. Jesús quiere que todos tengan una buena relación con Dios pero ellos no aceptaron esta invitación y dieron muerte a los enviados por el Padre (Mt 22,5-6) Jesús les exige coherencia e identificación con el proyecto del reino.  Por esta razón, quien no se identifique con este proyecto se excluye de la nueva comunidad del reino comunidad que asumirá la responsabilidad de justicia de Dios haciendo su voluntad a través del compromiso de fe, de la reflexión asidua de la palabra, de la oración, del perdón-corrección fraterna-reconciliación-conversión.

2.      El que entró sin vestirse de fiesta: A simple vista es contradictoria la pregunta del rey, si ha venido gente de los cruces del camino. Pero quien no ha asumido la creencia en Jesús desde su Palabra no es bienvenido a la fiesta del banquete. Las exigencias del seguimiento no depende de los arrebatos místicos de espiritualismos que manejamos y manejan algunos grupos dentro de la Iglesia de Jesucristo.  Sino desde el compromiso que se adquiere en la escuela del discipulado con propuestas de fe coherentes con el Cristo de Dios, revestidos de Cristo (Gal 3,27-28) y protegidos con la armadura de Dios (Ef 6,13-18) en la vivencia de la espiritualidad cristiana (Cfr. 1P 3,8-12; 4, 7-11) Caracterizada cuatro pilares:1- PEDAGOGÍA DE LA PALABRA; 2- PEDAGOGÍA DE LA FE; 3- PEDAGOGÍA DE LA ORACIÓN; 4- PEDAGOGÍA DEL PERDÓN-CORRECCIÓN FRATERNA- RECONCILIACIÓN-CONVERSIÓN[1].
Ahora la propuesta se abre a otras personas, a la de los cruces de los caminos:“Cuándo des una  comida o una cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a tus vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez y tengas ya recompensa.  Cuando des un banquete, llama a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos. Así  serás dichoso, porque, al no poder corresponderte, serás recompensado en la resurrección de los justos”  (Lc 14,12-14;  Cfr. Rm 11,5-13; Is 4,3; Ab 11,17). 

En el siguiente cuadro, trataremos de sintetizar la explicación de esta parábola:


“Tu vida es un instante de tiempo ante Dios” (San Agustín. Serm 35,13)

[1] Reflexión acerca de Mt 18,15-20. Medellín, septiembre 4 de 2011.

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