domingo, marzo 23, 2014

EL CULTO A DIOS EN ESPÍRITU Y VIDA

Jn  4,5-42[1] 

“Esta es mi gloria, Señor mi Dios: que pueda demostrarte por siempre que no hay nada de mí mismo por mí. Todas las cosas buenas provienen de ti, pues tú eres Dios (…) Si flaqueas en el amor,  flaqueas en la alabanza”   (San Agustín. Serm 19,13; In Ps 83,8). 

El encuentro de Jesús con el Padre, es encuentro de la humanidad en el proyecto pedagógico de la resurrección- rescate por la Cruz- para la vida eterna (Cfr. Jn 3,14; 8,28; 12,32) preparado desde el Bautismo de Jesús que camina con los pecadores y es bautizado junto con ellos siendo ungido por el Padre: “Tu eres mi Hijo querido, me predilecto” (Mc 1,11; Mt 3,17; Lc 3,22: Cfr. Jn 1,34) Desde el Bautismo peregrina hacia la pascua  de la transfiguración: “Este es mi Hijo querido. Escúchenle” (Mc 9,7; Mt 17,5; Lc 9, 35) Si escuchamos su voz con seriedad participamos de su gloria en la nueva creación -la Cruz- Resurrección (Jn 20, 17.19-20; Ap 21,1).

Esta es la realidad que vive el hermano-discípulo cuando cambia su conducta de vida al subir con Jesús a lo más elevado del monte y escucha su voz, tomándose con seriedad sus palabras. La montaña lugar que resalta las Sagradas Escrituras para el encuentro intimo con Dios, lugar de la cercanía con Él; pero después de escuchar la voz del Señor hay que bajar  para escuchar la voz de los desheredados, bajar para ser los samaritanos del pueblo pobre de Dios: 

El encuentro con Dios en la oración nos impulsa nuevamente a «bajar de la montaña» y a volver hacia abajo, a la llanura, donde nos encontramos con muchos hermanos abrumados por fatigas, enfermedades, injusticias, ignorancia, pobreza material y espiritual. A estos hermanos nuestros que están en dificultad, estamos llamados a brindarles los frutos de la experiencia que hemos vivido con Dios, compartiendo con ellos la gracia recibida” (Papa Francisco. Ángelus. Plaza de San Pedro- Roma. Marzo 16 de 2014).

Al preocuparnos por el otro pasamos de la altura del monte a la llanura, del alejamiento de Dios a vivir el proyecto del reino sin pecado, acercamiento íntimo con Dios, de un proyecto de negación del hermano, al proyecto de la justicia de Dios - vivir en la realidad del pobre - (Cfr. Rm 12,19-21) Esto es vivir en el amor del Señor: “Ama a tu prójimo como a ti mismo (Lv 19,18) porque “el que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley” (Rom 13,10).

En el evangelio de Juan, se respira este ambiente de amor al prójimo, se baja de la montaña para estar al lado del pecador, se escucha su clamor (Cfr. Jn 4,5-42): Cuando Jesús se acerca al pozo  cansado del camino (Cfr. Jn 4,6) llega una mujer de Samaria a la que le pide de beber (Cfr. Jn 4, 7-9 -Los Judíos y los Samaritanos no se relacionaban entre sí por la crisis política que los dividió en el pasado. Cfr. 1R 12,1-16,34) Por esta razón, es la extrañeza de la mujer samaritana al pedido de Jesús. Los discípulos también se extrañaron al verlo hablar con esta mujer  (Cfr. Jn 4,22) Jesús se acerca al pecador y su intención es rescatar a estos de su pecado, escuchándolos e invitándolos a estar con Él (Cfr. Jn 1,35-37) para que vivan en la realidad de Dios.

Jesús en la pedagogía del amor inicia el diálogo con la mujer samaritana y esto es desconcertante para ella por las palabras que dice: “Si supieras lo que Dios da y quién es el que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él y él te daría agua viva” (Jn 4,10; Cfr. Jn 7,37-39) El agua es símbolo de vida: “Quien beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, pues el agua que le daré se convierte dentro de él en manantial que brota dando vida eterna” (Jn 4,14) El agua es símbolo de la vida eterna, dado por la fuente que brota del corazón de Dios  (Cfr. Is 55,1; 58, 11; Jr 2,13,17,13; Ez 47,1-9; Zc 14,8; Prov 18,4; Ap 7,17; 21,6; 22, 1.17). 

Jesús es fuente de agua viva, quien beba de Él tiene vida eterna en el amor derramado en el acontecimiento de la Cruz, nuevo nacimiento: “te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” (Jn 3,5;  Cfr. Mt 28,19; Hec 2,38; 10,47; 1Cor 12,13; Tit 3,5) porque  no ha bebido de esta fuente y no ha sido testigo del costado abierto de Jesús de donde mana sangre y agua (Jn 19,31): La sangre simboliza la muerte y el agua simboliza la vida dada en la Cruz por el Espíritu (Jn 4,14; 7,37; Heb 13,12; 1Jn 1,7; 5,6-8). 

Jesús le presenta a la mujer alternativa de salvación en el culto de Espíritu y de verdad, no dependiendo de un lugar sino en el kayrós de Dios: “Pero llega la hora, ya ha llegado, en que los que dan culto auténtico darán culto al Padre en espíritu y de verdad” (Jn 4,23.24; Cfr. Mt 5, 23-24)  Esta es la nueva realidad dada por Jesús, para nacer de nuevo  (Cfr. Jn 3,5) dejando atrás todo lo que nos impedía la relación con Dios (Jn 4,16-18) Pero muchas veces le ponemos trabas a este proyecto pedagógico de Jesús, evadimos la responsabilidad de discípulos-hermanos (Cfr. Jn 3,4) y diluimos este proyecto proponiendo actividades cultuales vacías y descontextualizadas (Cfr. Jn 4,19-20).

La pedagogía de Jesús en el evangelio de Juan es hacernos ver que el culto a Dios no lo podemos centrar en un lugar determinado, sino que es una actividad que nace de la convicción del corazón y conforme al Espíritu para adorar a Dios; no desde visiones dadas por una deidad y recibida por  videntes que piden construir lugares de adoración o diversas formas de visiones o enfermedades estigmatizadas o  reparadoras para salvar al mundo o para redimir las culpas de los pecadores: “Créeme, mujer, que llega la hora en que ustedes adoraran al padre sin tener que venir a este monte ni ir a Jerusalén” (Jn 4,21.23).
 
La centralidad en el culto que se debe dar con el corazón conforme al Espíritu, nos abre la posibilidad de no perder la perspectiva del Dios de Jesús, que se da para siempre, como torrentes de aguas vivas (Cfr. Jn 7,37-39; Jn 4,14) porque al bajar luego de haber escuchado la voz del Señor tendremos deseos de esta agua viva que nos da Jesús para no volver a sentir sed, sino tener sed de Dios (Cfr. Sal 42,1-2.5b.11b) Si sentimos sed de Dios, dejamos el cántaro vacío en el pozo, porque impedía llenarnos de Dios, por esta razón, es necesario dejarlo para salir corriendo a llamar al pueblo a que vinieran a escuchar al profeta que había evidenciado lo lejos que se está de Dios: “Salieron, pues, del pueblo y fueron a verlo” (Jn 4,30; Cfr. Jn 1,39).

Nosotros debemos descentrar nuestro culto de lugares estáticos y centrar el culto a Dios, desde nuestro corazón y que en verdad podamos cambiar y convertirnos, para llevar esta propuesta a nuestros hermanos para que vengan y vean, y viniendo puedan ver y creer en el Mesías que enseña (Cfr. Jn 4,25) lo novedoso del amor del Padre y  que podamos transmitirlo  en medio del corazón de nuestro pueblo (Cfr. Jn 4,34).

“No te desparrame. Concéntrate en tu intimidad. La verdad reside en el hombre interior” (San Agustín. De Ver.Rel. 39,72).

[1] Texto elaborado el Domingo III de Cuaresma de 2011 y modificado el Domingo III de Cuaresma de 2014.

3 comentarios:

José Manuel. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Elisa Isabel, con discapacidad de un 86% Mi hija. Es muda, pierde salivares es mayor: Pido limosna Por ella y para ella… Elisa Isabel tiene que ir al Centro de día en otra localidad que esta distante a la nuestra, para personas discapacitadas, y yo no puedo llevarla como digo, para que cada día la traten, personas cualificadas, no tenemos medios de transporte para ello, hemos de pagar anualmente por adelantado 2,220 €, 185€ a una empresa que está concertada cada año; dos viajes al día ida i vuelta, hasta la puerta de casa. Nuestra urgencia es primordial. MI teléfono es 634710065… Mi correo josemanuelgarciapolo@gmail.com Todo lo anteriormente escrito, lo justifico a quien lo solicite.
Dad y se os dará; aquí se ve el corazón de Jesús que se dilata y hace esta promesa que quizás es una imagen del cielo. Dad y se os dará.

José Manuel. dijo...

OS PIDO LIMOSNA PARA MI HIJA ELISA ISABEL, CON LESIÓN CEREBRAL. EN UN 86%. DE DISCAPACIDAD. DE 43 AÑOS.
Pido limosna como padre de una persona discapacitada que tiene, que asistir a su Centro de día para personas discapacitadas, física, y psíquica, estoy muy enfermo, del corazón, tomo 12 pastillas diarias que me mantienen con vida no me encuentro bien, me han operado del corazón recientemente, somos Tres, enfermos en casa. Hemos recibido de Cáritas ayuda 220, € doy gracias a Dios, y 600€, del Ayuntamiento, por derecho de ayuda. Y pobreza Por ello; Marisa mi esposa con cáncer de colón no la puede llevar en Transporte público, Lleva puesta una colostomía, Y yo su Padre tampoco por estar enfermo, Elisa Isabel, con discapacidad de un 86% Mi hija. Es muda, pierde salivares es mayor: Pido limosna Por ella y para ella… Elisa Isabel tiene que ir al Centro de día en otra localidad que esta distante a la nuestra, para personas discapacitadas, y yo no puedo llevarla como digo, para que cada día la traten, personas cualificadas, no tenemos medios de transporte para ello, hemos de pagar anualmente por adelantado 2,220 €, 185€ a una empresa que está concertada cada año; dos viajes al día ida i vuelta, hasta la puerta de casa. Nuestra urgencia es primordial. MI teléfono es 634710065… Mi correo josemanuelgarciapolo@gmail.com Todo lo anteriormente escrito, lo justifico a quien lo solicite.
Dad y se os dará; aquí se ve el corazón de Jesús que se dilata y hace esta promesa que quizás es una imagen del cielo. Dad y se os dará.