miércoles, junio 03, 2015


III. APOCALIPSIS
- LIBERACIÓN - LA MAGIA DE SER FELIZ:
“YO SOY LA RAÍZ Y LA DESECENCIA DE DAVID,
LA ESTRELLA RADIANTE DE LA MAÑANA” (Ap 22,16)

II

Ap. 1, 4-8

Juan saluda a las siete iglesias de la provincia de Asia.
Reciban ustedes gracia y paz de parte del que es y era y ha de venir,
Y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono,
Y también de parte de Jesucristo, testigo fiel,
Que fue el primero en resucitar y tiene autoridad sobre los reyes de la tierra.
Cristo nos ama, y nos ha liberado de nuestros pecados
Derramando su sangre,
Y ha hecho de nosotros un reino;
Nos ha hecho sacerdotes al servicio de su Dios y Padre.
¡Que la gloria y el poder sean suyos para siempre! Amén.
¡Cristo viene en las nubes!
Todos lo verán, incluso los que lo traspasaron;
Y todos los pueblos del mundo harán duelo por él.
Sí, amén.
Yo soy el alfa y la omega, dice el Señor,
El Dios todopoderoso, el que es y era y ha de venir.

V 4a1: Juan saluda a las siete Iglesias de la provincia de Asía
Las Siete Iglesias del Apocalipsis están localizadas en el Asia Menor occidental (actual Turquía), y son accesibles a través del Mar Ageo y de antiguas rutas de comercio entre el Este y el Oeste. Por varias razones, de comercio, militares, o por puro hedonismo, estas ciudades fueron grandes centros culturales a lo largo de la historia. Durante los primeros siglos después de Cristo, estas ciudades, controladas por los romanos, fueron también importantes en el cristianismo primitivo. Estas son las siete iglesias del Apocalipsis como las describe Juan, el autor, a finales del primer siglo dC.

1.      Éfeso (2:1-7)

Éfeso era la ciudad más importante de Asia proconsular. Situada en la boca del río Cayster en un golfo del Mar Egeo, floreció como un importante centro comercial y de exportación para Asia. Para el tiempo del Nuevo Testamento había crecido hasta tener al menos 250.000 personas. Éfeso es ahora conocida por su inmensa metrópolis de calles antiguas, arcos y ruinas.
Hay mucha información en la Biblia sobre la iglesia en Éfeso. La iglesia en Éfeso fue fundada por Pablo donde razonó con los judíos. Él dejó a Priscila y Aquila aquí (Hec 18,19). Pablo volvió a Éfeso y encontró a algunos discípulos que no habían recibido el Espíritu Santo; sólo habían sido bautizados en el bautismo de Juan. Cuando fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús el Espíritu Santo vino sobre ellos (Hec 19,1-7). Pablo habló en la sinagoga por tres meses (Hec 19,8) y luego en la escuela de Tirano durante 2 años (Hec 19,9-10). Luego hubo un alboroto sobre la diosa de fertilidad Artemisa que les traía a los efesios riqueza a través de la fabricación de imágenes de plata de ella (Hec 19,23). Tenían miedo de que, como resultado de la predicación de Pablo, ellos pudieran perder el negocio. Pablo dejó a Timoteo en Éfeso (1 Tm. 1,3). Le dijo adiós a los ancianos de Éfeso en Mileto antes de ir a Jerusalén (Hec 20,17-38) donde les advirtió acerca de los lobos rapaces que entrarían en medio de ellos (Hec 20,29).

También les escribió a los efesios una larga carta de donde surge que era una iglesia madura. Se piensa también que el apóstol Juan y María, la madre de Jesús, se establecieron en Éfeso. Unos dos siglos y medio después que Pablo hubiera predicado en Éfeso, el ayuntamiento fue convertido en una iglesia y utilizado más adelante para el Concilio de Éfeso que en 431 d.C. aceptó formalmente la enseñanza de que Jesús era a la vez plenamente humano y plenamente divino.
2.       Esmirna (2:8-11)

Esmirna es hoy la ciudad de Izmir. Queda a unos 55 km. al norte de Éfeso sobre la costa egea de Turquía y tiene un puerto excelente. Tenía una fuerte alianza con Roma y en 195 a.C. se convirtió en la primera ciudad del mundo antiguo en edificar un templo en honor a Dea  Roma (Estatua que representa a Julio Cesar). Más tarde, en el 23 a.C., Esmirna consiguió permiso para construir un templo al emperador Tiberio. La fuerte alianza con Roma más una población judía grande, que era activamente hostil a los cristianos, hicieron que fuera excepcionalmente difícil vivir como cristiano en Esmirna. El martirio más famoso de los primeros padres de la iglesia fue el del anciano Policarpo, el "decimosegundo mártir de Esmirna" quien, al rehusarse a reconocer a César como Señor, fue colocado sobre una pira para ser quemado. Hay todavía una iglesia activa en la ciudad.
Esmirna estaba localizada al norte de Éfeso en un estratégico lugar de comercio en el Mar Ageo conocido por sus puertos, comercio, y mercados. Las principales ruinas de Esmirna se encuentran en la moderna ciudad turca de Izmir.
3.       Pérgamo (2:12-17)
La ciudad está donde Satanás tiene su trono. La serpiente, el símbolo de sanidad del dios pagano Asclepio estaba por todas partes en la ciudad. Era también un centro de adoración de César. Tenía un templo dedicado a Roma y también tenía muchos templos paganos. Pérgamo era el centro tanto de la religión pagana como de la adoración del César. Asclepio, el dios-serpiente era adorado ahí así que la ciudad podía ser descrita verdaderamente como una ciudad donde reinaba Satanás, es decir donde tiene su trono. Sin embargo, este es precisamente el lugar donde los cristianos deben testificar.

Pérgamo - La mundana iglesia que mezcló doctrinas y que necesitaba arrepentirse (Ap. 2:12-17). Pérgamo está localizada en las planicies y pie de montes a lo largo del río Caicus en Turquía occidental. Fue considerada una gran ciudad en el Asia Menor desde el siglo III aC, y se convirtió en un centro de templos de adoración griegos y romanos.  

4.       Tiatira (2:18- 29)
La iglesia en Tiatira estaba en una ciudad que era el centro de la adoración de Apolo, conocido como el "hijo de Dios" porque se suponía que era el hijo de Zeus. El mensaje, por lo tanto, es enviado por el verdadero "Hijo de Dios". Tiatira era un centro de fabricación de la imagen de un ojo que lo veía todo, pequeñas imágenes de vidrio, que todavía se venden hoy a los turistas. Tiatira era famoso por la fabricación de una tintura púrpura y se encuentran numerosas referencias en la literatura secular a un período de los gremios de comerciantes que fabricaban tela. Lidia era una vendedora en tela púrpura de la ciudad de Tiatira (Hec 16,14). La tela púrpura sólo era usada por los ricos (Lc 16,19; Ap. 17,4).
Tiatira - La iglesia falsa que siguió a una profetiza seductora (Ap. 2,18-29). Tiatira está localizada en el Asia Menor occidental, a alrededor de 42 millas del Mar Ageo. La antigua ciudad era famosa por sus textiles y comercio de teñido de telas, y es conocida hoy como la ciudad turca de Akhisar.
5.      Sardis (3:1-6)
Sardis estaba a unos 80 km. al este de Esmirna y unos 50 km. sudeste de Tiatira. Era una ciudad rica y la mayoría de la ciudad practicaba la adoración pagana con sus sectas misteriosas y sociedades religiosas secretas. Tenía un templo magnífico de Artemisa. Su gente era idólatra y adoraban a la diosa madre Cibeles, que incluía orgías durante los festivales hechos en su honor. Sardis se consideraba segura pero en dos ocasiones en la historia de Sardis había caído el acrópolis al enemigo por falta de vigilancia de sus defensores.
Sardis - La iglesia "muerta" que se durmió (Apocalipsis 3:1-6). Sardis está localizada en los bancos del río Pactolus en el Asia Menor occidental, a 60 millas de Éfeso y Esmirna. Las populares ruinas incluyen complejos de templos decadentes y casas de baños.
6.      Filadelfia (3:7-13)
Filadelfia - La iglesia del amor fraternal que soporta pacientemente (Apocalipsis 3:7-13). Filadelfia está localizada en el río Cogamis en el Asia Menor occidental, a alrededor de 80 millas al este de Esmirna. Filadelfia era conocida por su variedad de templos y centros de adoración. Laodicea - La iglesia "tibia" cuya fe no era ni fría ni caliente (Ap. 3:14-22).
Otros datos históricos

1.      Estaba a unos 45 Kilómetro al sur este de sardís, en lidia una ciudad sujeta a terremotos, reconstruida por Tiberio después del gran terremoto del 17, Después de Cristo.
2.      Su lealtad al emperador por la ayuda era notoria ya que las monedas llevaban su inscripción.
3.      Filadelfia fue fundada por Átalo II rey de Pérgamo (reinó del 159-138 A: D. Cristo), cuya lealtad a su hermano EUMENES le gano el epíteto de “Filadelfia” que en Griego significa “AMIGO DEL HERMANO” en justa correspondencia Eumenes dio a la ciudad el nombre de Filadelfia, esto es “ AFECTO FRATERNAL” . a).      Aunque parece que la ciudad cambiaba de nombre, a consecuencia de la protección del emperador, recibió el nombre de Necesaria. b).      Medio siglo mas tarde, cambio el nombre por el de Fallía, en honor a Vespasiano.
4.      Había un templo al hijo adoptivo de tiberio, y tenían un templo al dios Dionisio (Griego DIONUSOS) o Dionisio. Este dios era llamado por los romanos “el dios BACO” y era tenido por “el dios del vino” de ahí el vocablo “ BACANALES” significa las fiestas dedicadas.
7.      Laodicea (3:14-22)
La iglesia en Laodicea debía leer la carta de Pablo a los Colosenses (Col. 4:16) y no se habían encontrado personalmente con Pablo (Col. 2:1). La ciudad tenía un negocio redituable (que rinde una utilidad o un beneficio) en la producción de lana y cuando fue destruida por un terremoto en d.C. 60 pudo ser reconstruida sin ayuda exterior. Tenía una escuela médica ampliamente conocida y producía un colirio. Conseguía el agua de unos manantiales calientes distantes unos 10 km., que para cuando llegaba a Laodicea estaría tibia. Era también un centro bancario. La iglesia vivía en esta sociedad pudiente y las actitudes de sus ciudadanos pasaban a la iglesia.Laodicea está localizada en el valle del río Lycus, una ruta principal de comercio entre las culturas del Este y del Oeste. Laodicea era conocida como el principal centro del sistema romano de acueductos.

UN PUEBLO QUE LUCHA EN MEDIO DE LA CRISIS
1- Situación de los cristianos en el Apocalipsis.
Sufrimiento y persecución cada vez más fuertes. Poder político que exigía total adhesión. El emperador era considerado como Dios. El promedio de vida de un esclavo que era llevado a las colonias eran dos años. Tal vez sea este sólo un ejemplo de lo que se logra en la humanidad cuando construimos sistemas, sociedades, relaciones, o cualquier otro logro humano basado en el poder, el egoísmo, el rencor. Aún la familia o una amistad no pueden incorporar estos valores como su fundamento sin riesgo de perderse.
Podemos ver a diario como se destruye todo aquello que se sustenta sobre estos valores, que son muy propios de nuestra naturaleza humana. Nada con sentido, nada que lleve a plenitud, nada que nos haga crecer, nada que fortalezca nuestros lazos y nuestras relaciones pueden llegarnos por este camino.
Un sistema que solo puede mantenerse por la fuerza.

2- El reino y el poder de Cristo.

El texto nos habla de un reinado de Cristo. Un reinado sobre los reyes de la tierra, un reinado que tiene gloria y poder, un reinado que no tiene fin. Un rey que es, era y ha de venir, es decir un que tiene en sus manos el fin de la historia. Un rey soberano y además fiel a su propio pueblo.
Nos dice el Apocalipsis que este rey nos ama y nos lava con su sangre.
Es decir que toda la gloria y el esplendor están fundado sobre el amor y el perdón, sobre alguien que en lugar de demandar nuestra vida o cosas, o impuestos (nuestra sangre), entrega el mismo su sangre por todos, dándonos la posibilidad de una vida nueva y el ejemplo de vida de cómo hemos de vivir en su reinado.

3- Cómo podemos entrar a la presencia de este reino.

Solamente gracias al amor de Cristo y su perdón. Es Él quien con su sangre nos hizo reyes y sacerdotes para vivir en el amor y el perdón. Con su entrega nos libera hasta de preocuparnos por como entraremos. Sólo debemos presentarnos tal cual somos a su presencia. Es Él mismo quien nos prepara para estar con él. 
Pero cuidado, no podremos entrar a medias. El costo de nuestra entrada fue la muerte de Cristo. No es esto que debamos tomar a la ligera. Cristo no quiere lo que sobra de nuestra vida, lo que sobra de nuestro tiempo, lo que sobra de nuestros dones. No quiere sobras. Quiere llevar nuestra vida a la plenitud enteramente puesta en sus manos.
Muchas veces en nuestra vida deberemos optar entre este reino de Jesús y las otras ofertas de otros reinos que a primera vista parecen más interesantes. Pero que luego se revelan como destructores de la vida en su plenitud. Seguir a Cristo muchas veces va a significar el duro camino de negar nuestros deseos para hacer su voluntad. Vivir amando y perdonando no es cosa fácil. Pero el reino de Cristo no es un reino de facilidades, pero sí de plenitud. En este camino podremos ver cómo se construyen cosas, sistemas y relaciones duraderas.
Hoy compartimos el culto con los confirmandos quienes están preparándose para conocer a este salvador Jesús y seguirlo. Que puedan hacerlo con cariño y dedicación porque están eligiendo un camino que lleva a la vida. Y que quienes ya hemos hecho esta elección antes podamos mantenerla todos los días de nuestra vida[1] 
¿PARA QUIENES FUE ESCRITO EL APOCALIPSIS?
Juan escribió el Apocalipsis para el pueblo de las pequeñas comunidades esparcidas por el Imperio Romano, sobre todo por Asia Menor (1,4.11).
¿Cuál era la situación de ese pueblo?

Era un pueblo perseguido (1,9). En el momento de escribir el Apocalipsis, el mismo Juan estaba preso por causa de su fe (1,9). La persecución era violenta (12,13.17; 13,7). Había prisioneros (2,10) y muchos ya habían sufrido el martirio (2,13; 6,9-11; 7,13-14; 16,6.17; 18,24; 20,4). Era muy difícil mantener la fe (2,3-4). El control de la policía era total; nadie podía escapar a su vigilancia (13,16).
Quien no apoyaba el régimen del imperio, no podía vender ni comprar nada (13,17). La propaganda era enorme (13,13) y se infiltraba en la comunidades (2,14.20). El emperador era presentado como si fuera un nuevo Jesús. Hasta decían que él había resucitado (13,3.12.14). La tierra entera lo adoraba como si fuera un dios y apoyaba su régimen (13,4.12-14).
El pueblo de las comunidades tenía además otras dificultades. Estaba el cansancio natural después de tantos años de caminar (2,2). Había bajado el entusiasmo del primer fervor (2,4). Estaban los falsos líderes que se presentaban como apóstoles y no lo eran (2,2). Corrían  doctrinas equivocadas que traían confusión (2,6.15); las persecuciones por parte de los judíos (2,9; 3,9); el problema de otras religiones que se mezclaban con la fe en Jesús (2,14-15.20). Algunas comunidades se estaban muriendo (3,1); otras, aunque debiluchas, continuaban firmes en la fe (3,8). En general era gente pobre y hasta indigente (2,9). Las comunidades más ricas se acomodaban engañadas por su riqueza (3,16-17). ¡No eran ni frías, ni calientes!  (3,15).
El apocalipsis fue escrito para dar fortaleza al pueblo que sufría y había perdido el horizonte:
Nadie observaba clara y correctamente las cosas. Ya no entendían la persecución. El pueblo estaba impaciente y decía: "¿Hasta cuándo, Señor?" (6,10). Si Dios era el dueño del mundo, ¿cómo permitía él esa persecución tan prolongada? Dios parecía haber perdido el control de la situación: ¡el emperador de Roma era el que realmente mandaba en el mundo!
Ahora bien, el Apocalipsis es la respuesta de Dios al pueblo afligido  y perseguido de las comunidades. Fue escrito por orden de Dios (1,11.19), para ser revelación. Esto es, para levantar el velo y esclarecer la situación del pueblo con la luz de la fe[2].


[1] James WheelerPredicaciones (http://www.webselah.com/ap-1-4-8).
[2] Carlos Mester. Esperanza de un pueblo que lucha. Apocalipsis de San Juan una clave de lectura. Bogotá 1994. Ed. San Pablo.

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