domingo, abril 04, 2010

“PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU” (Lc 23,46)


La pedagogía de la predicación de Jesús es presentar a Dios como Padre (Jn 5,20) y amor (Jn 14,23) , confianza en la justicia. Las palabras en la Cruz: “En tus manos encomiendo mi espíritu”, tienen sentido porque es la entrega plena del que ha creído hasta el final en la justicia de Dios. La predicación de Jesús es la más clara motivación a vivir desde la solidaridad, amando al Padre con todo el “corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas” (Dt 6,5) , amando al “prójimo como a nosotros mismos” (Lv 19,18) . Este es el principio de la madurez de nuestra fe; la fe en Dios es el punto más elevado de la tradición bíblica. Jesús asume esta fe, que se manifiesta en el pueblo que lucha por una convivencia justa y fraterna, la fe es la raíz última de la alegría festiva y del encuentro esperanzador de la libertad humana.

Por medio de esta madurez en la fe se da la búsqueda de Dios, que se ha solidarizado con el dolor del ser humano: “He visto la aflicción de mi pueblo…He escuchado el clamor ante sus opresores y conozco sus sufrimientos” (Ex 3,17). Dios ha bajado para asumir la lucha por una sociedad igualitaria y fraterna, nosotros como cristianos frente a la actitud solidaria de Dios, debemos hacernos la siguiente pregunta: “¿En cuál Dios creemos: en el qué predicó Jesús, que es el Padre amoroso y solidario con los que sufren, o en el Dios castigador que se complace con el sufrimiento de los hombres?

Por defender el derecho a la igualdad de los pobres y presentar a Dios como Padre y amor Jesús se ha enfrentado a su destino final la Cruz, árbol símbolo de muerte, pero que para nosotros los cristianos se ha convertido en árbol de la Vida donde se fundamenta nuestra fe. En la Cruz Cristo atrae a la humanidad hacia sí, dándole plena confianza en el Padre que está a la espera que se realicen las esperanzas de los Bienaventurados.

En la Cruz, Dios pregunta: “¿Pueblo mío que te he hecho? ¿En qué te he ofendido? Respóndeme. Pues yo te saqué del país de Egipto, te rescaté de la esclavitud” (Mq 6,3-4) “Y tú hiciste una cruz para tu salvador. ¡Pueblo mío! ¿Qué te hice? ¿En qué te he ofendido? ¡Respóndeme!. Yo te levanté con gran poder; tú me colgaste del patíbulo de la cruz. ¡Pueblo mío! ¿Qué te hice? ¿En qué te he ofendido? ¡Respóndeme!” (Improperios) .

Frente a estas preguntas nosotros constatamos que la predicación de Jesús es el anuncio de Dios como Padre y amor, no como poder, que Dios es gracia y no castigo, de tal manera para Jesús, la última palabra histórica de Dios al hombre es el amor. Desde este desarrollo de la fe en el amor al Padre, encontramos que la predicación de Jesús es un fuerte llamado a la conversión y a la vez una fuerte acusación contra el poder establecido, que al igual que hoy creaban la cultura de la muerte y de la injusticia: “¡ay de ustedes los ricos, pues ya han tenido su alegría! ¡ay de ustedes que ahora están satisfechos, pues tendrán hambre! ¡ay de ustedes los que ahora ríen, pues van a llorar de tristeza! ¡ay de ustedes cuando todo el mundo los alabe, pues así hacían los antepasados de esa gente con los falsos profetas!” (Lc 6,24-25)

Hoy en Colombia continuamos con la acusación que hace Jesús: ¡ay de ustedes que siguen creando una cultura de muerte! ¡ay de ustedes que distribuyen el dinero de los pobres a los grandes terratenientes! ¡ay de ustedes que niegan con decretos de emergencias el derecho a la salud del pueblo! ¡ay de ustedes que han sumido al pueblo en el desempleo! ¡ay de los que bajo una falsa seguridad democrática han creado una hecatombica miseria social!, por el terrorismo democrático de falsos positivos.

Jesús en la cruz sigue clamando por el derecho a la vida, por el derecho a la justicia, por el derecho a la salud, por el derecho al trabajo, por el derecho a la educación, por el derecho a una vivienda digna, por el derecho a la libertad. Pero también desde allí sigue lamentándose por su pueblo: “¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no has querido!” (Mt 23,37)

Este lamento que surge de lo más profundo del dolor de Jesús en la cruz por el abandono del pueblo nos invita a hacernos la siguiente reflexión: “¿qué representa la cruz a la luz de la resurrección?  La cruz es el lugar donde se cumple el misterio pascual, donde el nuevo Moisés, con el madero, abrió el nuevo Mar Rojo y, con su obediencia, transformó las aguas amargas de la rebelión en las aguas dulces de la gracia y del bautismo . Donde "Cristo nos rescató de la maldición de la ley, haciéndose por nosotros un maldito" . La cruz es fuerza de Dios y sabiduría de Dios . Es el nuevo árbol de la vida plantado en medio de la plaza de la ciudad .

Por medio de la cruz, Dios venció definitivamente el mal, sin destruir con ello la libertad que lo produjo, cargó con el dolor, sufriendo con él. En Cristo, se ha vencido el mal a fuerza de bien, lo cual equivale a decir: el odio con el amor, la rebelión con la obediencia, la violencia con la mansedumbre, la mentira con la verdad. En la cruz, Jesús hizo las paces, destruyendo en sí mismo la enemistad (Ef 2,15) Destruyendo la enemistad, no al enemigo; destruyéndola en sí mismo, no en los demás (El misterio de la Cruz. http://www.mercaba.org/)

Eso mismo puede hacerse hoy, en esta época de angustia al asumir la predicación de la cruz de Cristo, es necesario devolverle el aliento, el entusiasmo y la fe (El misterio de la Cruz. http://www.mercaba.org/) Lo que nos hace falta es redescubrir el sentido de la cruz en el corazón de los cristianos, como se dio en la historia y como se hace en la liturgia. Es necesario dejar de ver en la cruz un símbolo de condena y de maldición, porque la cruz es símbolo de salvación, de perdón y de esperanza, que nos impulse a gritar, jubilosos, con las palabras de Pablo: “¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo!” (Gal 6,14).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, muy interesante el articulo, felicitaciones desde Argentina!

Anónimo dijo...

Buen articulo, estoy de acuerdo contigo aunque no al 100%:)